Te tenías que fabricar un bastidor de madera con la medida del tapete que querías hacer, ponías los clavos de acuerdo al diseño que querías, hilo de diferentes colores, aguja que cargaba el hilo, etc.
Se tenía que realizar unos entramados muy concretos, por lo que en el bastidor tenías que apuntar al lado de cada clavo un número. Luego se tenía que ir tirando los hilos de un clavo a otro y siguiendo un orden. Cambiabas el color según el dibujo que tenías pensado.
Luego era cuestión de tiempo libre, paciencia, e ir haciendo nudos con esas agujas que utilizan los pescadores para remendar las redes.
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